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No cabe duda de que las nuevas tecnologías
se han desarrollado rápidamente en las últimas décadas y la integración de
dichas tecnologías ahora ha sido muy fructuosa en la enseñanza-aprendizaje
de lenguas extranjeras. Excluyendo otros factores que afectan el proceso de
adquisición de idiomas extranjeros (por ej. la actitud, la aptitud, la
motivación, etc.), está bien aceptado que la ampliación del área de tecnologías
nos proporciona más posibilidades didácticas y hace que la enseñanza en el aula
y fuera del aula sea más eficaz. Por lo tanto, el saber y el saber hacer de
integrar y usar las tecnologías de la información y comunicación son ventajosos
para los docentes y los alumnos.
En cuanto a la enseñanza en el aula, las
aportaciones digitales nos ayudan a contextualizar los contenidos y enriquecer
los inputs. Como hoy en día estamos en un mundo con una tendencia fuerte de
relacionarnos con los demás mediante varios medios, utilizar los textos
escritos y los textos orales tradicionales ya no es suficiente para satisfacer
las necesidades de la mayoría aprendices de lenguas extrajeras. Así, hemos de
destacar la importancia de enfrentarse a los audiovisuales también. Las nuevas
tecnologías no solo les ayudan a los docentes a presentar la sociedad donde se
hable la lengua meta de manera más real y profunda, sino también acelera el
proceso de asimilación de los alumnos. Puesto que en el mercado ya han salido muchos
manuales con aportaciones digitales, podemos aprovechar los recursos apropiados
que se corresponden con la etapa y el perfil de los alumnos en las plataformas
primero y buscar otros complementarios por internet. Además, la aplicación de
tecnologías también es beneficiosa para revitalizar el entorno de aprendizaje,
dado que la gamificación tiene función importante de llamar la atención del
alumnado y motivarle a participar activamente en el proceso de aprendizaje.
Con respecto al aprendizaje fuera de clase,
las TICs pueden resultar más útil para los aprendientes que dentro de clase. En
el internet están dispuestos casi todos los conocimientos que necesitamos, lo
que significa que ahora el aprendizaje no solo se limita en las clases
clásicas. Y considerando el cambio tremendo en el papel de los alumnos en los
últimos años, que ahora se considera que son protagonistas del aula, no se debe
olvidar el valor de fomentar su autonomía en el aprendizaje. Se nota que dichas
tecnologías les garantizan oportunidades de seguir estudiando cuándo y dónde
quieran y la formación de estas TICs facilita a los aprendientes a encontrar lo
que quieran y aprovecharlo al máximo. Asimismo, el buen uso y explotación de
estas herramientas hacen que los deberes sean más variados y creativos, y desde
el punto de vista del profesorado, le puede dar posibilidades de interactuar
con la clase y seguir observando los avances del alumnado después de clase.
