Thursday, May 17, 2018

Reflexión

Licencia creative commons (CC BY) Fuente: Flicker

    No cabe duda de que las nuevas tecnologías se han desarrollado rápidamente en las últimas décadas y la integración de dichas tecnologías ahora ha sido muy fructuosa en la enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras. Excluyendo otros factores que afectan el proceso de adquisición de idiomas extranjeros (por ej. la actitud, la aptitud, la motivación, etc.), está bien aceptado que la ampliación del área de tecnologías nos proporciona más posibilidades didácticas y hace que la enseñanza en el aula y fuera del aula sea más eficaz. Por lo tanto, el saber y el saber hacer de integrar y usar las tecnologías de la información y comunicación son ventajosos para los docentes y los alumnos.

En cuanto a la enseñanza en el aula, las aportaciones digitales nos ayudan a contextualizar los contenidos y enriquecer los inputs. Como hoy en día estamos en un mundo con una tendencia fuerte de relacionarnos con los demás mediante varios medios, utilizar los textos escritos y los textos orales tradicionales ya no es suficiente para satisfacer las necesidades de la mayoría aprendices de lenguas extrajeras. Así, hemos de destacar la importancia de enfrentarse a los audiovisuales también. Las nuevas tecnologías no solo les ayudan a los docentes a presentar la sociedad donde se hable la lengua meta de manera más real y profunda, sino también acelera el proceso de asimilación de los alumnos. Puesto que en el mercado ya han salido muchos manuales con aportaciones digitales, podemos aprovechar los recursos apropiados que se corresponden con la etapa y el perfil de los alumnos en las plataformas primero y buscar otros complementarios por internet. Además, la aplicación de tecnologías también es beneficiosa para revitalizar el entorno de aprendizaje, dado que la gamificación tiene función importante de llamar la atención del alumnado y motivarle a participar activamente en el proceso de aprendizaje.

Con respecto al aprendizaje fuera de clase, las TICs pueden resultar más útil para los aprendientes que dentro de clase. En el internet están dispuestos casi todos los conocimientos que necesitamos, lo que significa que ahora el aprendizaje no solo se limita en las clases clásicas. Y considerando el cambio tremendo en el papel de los alumnos en los últimos años, que ahora se considera que son protagonistas del aula, no se debe olvidar el valor de fomentar su autonomía en el aprendizaje. Se nota que dichas tecnologías les garantizan oportunidades de seguir estudiando cuándo y dónde quieran y la formación de estas TICs facilita a los aprendientes a encontrar lo que quieran y aprovecharlo al máximo. Asimismo, el buen uso y explotación de estas herramientas hacen que los deberes sean más variados y creativos, y desde el punto de vista del profesorado, le puede dar posibilidades de interactuar con la clase y seguir observando los avances del alumnado después de clase.